El pasado miércoles 20 de marzo, una mujer ingresó a un domicilio, ubicado en el camino a San Antonio y Fuerte de Guadalupe y fue sorprendida por la propietaria del mismo domicilio curioseando y con dinero que había al interior de una recamara, por lo que solicitó el apoyo de la policía municipal y fue asegurada.

El incidente se registró cerca de las 19:00 horas, en la casa marcada con el número 100 del camino a San Antonio y Fuerte de Guadalupe, lugar donde ingresó una femenina aprovechando que la puerta principal de la vivienda no tenía llave, derivado a que el esposo de la denunciante solo había ido por su camioneta a escasos metros de su vivienda.

La mujer, al ingresar a la vivienda, empezó a sacar fotografías y a realizar llamadas, pero no contó con que había una persona al interior de la vivienda que la sorprendió buscando dinero y documentos, además de sacar fotografías al interior de la vivienda.

“Yo me encontraba terminando de lavar en el tercer nivel de la casa y al bajar el encuentro con el dinero en la mano de esta persona, mi ropa...y con un tiradero de cosas, pues mi primera reacción fue salir de mi hogar y hablar a la policía, por qué como escuchaba que estaba hablando considere que estaban más personas; salgo de mi casa, le pongo llave y espero que llegue la policía” expresó la denunciante.

Minutos después , acudieron elementos de la policía municipal, quienes se percataron de que la mujer estaba al interior de la vivienda, le preguntaron qué es lo que hacía allí “ la mujer con mucha tranquilidad y cinismo les dijo que la mandaron a buscar dinero y un sobre amarillo o un paquete y que no la podían detener por qué no iba armada, no se puso violenta, y que ella ya había mandado fotos de la casa, de las recámaras, de mis muebles, bueno de todo...lo que me preocupó es que tengo una agenda donde anoto mis datos más importantes y también le tomó fotos...la policía le dijo que tomarían de evidencia el celular y se dieron cuenta que todo el tiempo estuvo en línea con un número al que le envío las fotos, el cual desconozco” agregó la agraviada.

La mujer fue asegurada, por lo que la agraviada decidió presentar su denuncia ante la fiscalía, pero, aunque fue levantada la carpeta de investigación por allanamiento de morada, no procedió, ni por intento de robo a casa habitación, por que no se perpetró el robo, “confié en las autoridades, pero ahora resulta que como no se cometió el robo, no procede la denuncia, mucho menos por el allanamiento, esta persona entro a mi domicilio sin mi consentimiento, la policía vio como estaban las recamaras, la ropa tirada, el dinero aventado en la cama y ahora temo por mi seguridad, debido a que esta persona no se si vaya a regresar nuevamente pero en otras condiciones o armada, pido a la Fiscalía General del Estado y al Fiscal, que verifique este tipo de acciones y a las autoridades municipales, que deben verificar si existe una demanda en contra de un asegurado y no dejarlos en libertad sin consentimiento del agraviado, por que deben investigar, con quien hablaba esta persona, a quien le envió las fotografías, como sabía que tenía dinero y esto deja mucha duda en mi… ¿ o acaso hay contubernio con la mujer que entró a mi domicilio?

Yo confiando en la autoridad, fui a poner mi denuncia, para que me digan que cuando la detuvieron la tenían que llevar a la fiscalía y que como no robó (no robó, por qué por lógica no se iba a llevar el dinero por qué la policía se la llevó) y que por eso no hay delito que perseguir. Puntualizó

Cabe señalar que la agraviada, también encontró en su cocina insecticida cerca de su comida y que su celular empezó a fallar, por lo que piensa que también intentaron robar sus datos o identidad, por lo que deja evidencia de como encontró a la mujer hablando por teléfono tranquilamente y como dejó una de las recamaras de como fue encontrado el dinero.

Finalmente, se supo que la mujer lleva el nombre de Karina G. M con domicilio en la junta auxiliar de San Isidro, ya que en la carpeta de investigación con el número Xico-I 3406/2024 aparece como imputada, pero fue dejada en libertad y esto atemoriza a la agraviada ya que ahora teme por su seguridad, su vida y su estabilidad emocional.

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